domingo, 26 de agosto de 2012

La histeria, una gran desconocida.



Para Breuer, Freud y especialmente Hering la histeria no es esa enfermedad del alma que generalmente tenemos asociada a mujeres que se comunican a gritos, la realidad, la penosa realidad es que grandes histéricas tienen una apariencia flemática y rara vez esbozan grito espontáneo alguno.
La histeria para Hering es un verdadero bloqueo afectivo caracterizado por una distorsión notable de la realidad, el discurso que subyace en la histérica suele ser:
-No te puedo querer, eres como todos, me harás daño como todos.
Sin entrar en consideraciones complejas y tecnicismos y por explicarlo en términos coloquiales eminentes "médicos del alma" o psicoanalistas entienden que la histeria es la gran lacra del siglo XXI, donde forma parte de las conocidas relaciones frustrantes entre los seres humanos y ya empieza a tomar síntomas alarmantes de verdadera epidemia y que lamentablemente no se le presta la atención debida. La persona que tiene trato con alguna histérica suele terminar por esbozar siempre:
-¿Y ahora que hice?. No lo entiendo.
La histeria para los psicoanalistas tiene muy difícil solución, larga y tediosa, pero para el Yoga simplemente se trata de un bloqueo de los Chakras. Una vez permitido que Kundalini penetre en el cuerpo afectado toda la energía circula, solo que basta que la persona afectada tenga que gritarle a su yo interior "Quiero curarme!" porque en otro caso nos podremos encontrar de nuevo con grandes histéricas que practican pseudo yoga de posturas o gimnasios, y el Yoga es antes que todo una disposición mental, no olvidemos que Yoga significa camino.
 Y que hay dos yogas, un Yoga verdadero y un falso yoga empeñado en nombretes raros y metafísica compleja. Yoga se vive, viviéndolo se hace y después se practica, practicar simplemente practicamos aerobic o jim jazz. Nunca me pareció honesto esas escuelas de Ayuntamientos modestos que ofertaban clases de yoga de gimnasio de veinte minutos, personalmente he conocido grandes "maestras" histéricas de pseudo yoga capaces de las asanas más retorcidas y con una vida personal absolutamente desordenada. El maestro de Yoga enseña con su ejemplo en su camino, no tutela, no es un gurú, solo ayuda a encontrar ese perfecto maestro interior que todos llevamos dentro, el maestro es elegido por sus alumnos no se erige o se nombra él a sí mismo.
Las redes sociales a diario muestran ejemplos de la histeria, de ese bloqueo afectivo, donde por ejemplo podemos encontrar personas que tienen más de dos mil "amigos"!! ¿Todos queremos ser Roberto Carlos y tener un millón de amigos para más fuerte poder cantar?.
Me temo que no, que la mayoría de las veces estamos ante la pura manifestación histérica a la que no escapan los dueños de esas redes sociales con un comportamiento aun más histérico. Donde con dos mil amigos nadie puede profundizar en los dones de la amistad, y hablo de generalidades sin contemplar, lógico esta, grupos, asociaciones, y fines culturales o profesionales, hablo del campo de las relaciones humanas. Generalmente más allá de cien amigos o cincuenta una persona dice muy poco de sí misma, solo dice que se esfuerza en la cantidad de la amistad. Es uno de los síntomas de la histeria, la obsesión por coleccionar supuestos amigos, tres mil, ocho mil, cien mil........donde la histérica no llega a conocer de verdad a ni uno solo.

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